¿Son inofensivos los inhibidores de bomba de protones en los bebés?

Los bebés no producen acido clorhídrico en sus estómagos a niveles similares al adulto sino hasta 5 ó 6 meses de edad.  Esto explica porque las dosis usuales de inhibidores de bomba de protones para los neonatos e infantes pueden ser hasta siete o nueve veces mayores que las dosis efectivas administradas a los adultos.

Además, el uso de los inhibidores de bomba de protones tanto en niños como en adultos se ha incrementado de manera alarmante los últimos treinta años, aproximadamente 10 veces más prescripciones durante la última década.

Si bien los estudios clínicos de seguridad no detallan eventos adversos serios, el uso prolongado de inhibidores de bomba de protones se ha asociado a alteraciones del microbioma principalmente.  También se le relaciona con el desarrollo de enfermedad celiaca.  Ambos eventos se deberían a la supresión de la actividad del ácido clorhídrico, necesario para la digestión proteica y barrera de defensa primordial contra los microorganismos ingeridos durante la alimentación (nunca estéril).

Los pediatras debemos ensayar varias estrategias terapéuticas –posición, manejo de dieta materna y/o ensayo con fórmula hipoalergénica–  previo al uso de inhibidores de bomba de protones.