Definición del cólico del lactante

 

Hace 70 años (1954) un médico, Wessel, creó la definición de “cólico del lactante”.   Probablemente ya en esos tiempos vio muchas parejas preocupadas por los llantos de sus bebés, y para tranquilizarlos, diciéndoles en tres palabras que no pasará nada malo con el bebé llamó a este llanto: “cólico del lactante”.

Este término se ha venido utilizando desde entonces, con algunas mínimas modificaciones.  El Dr. Wessel describió la “regla de los tres” para el diagnóstico del cólico del lactante bien alimentado y sano: llorar durante más de tres horas al día, durante más de tres días a la semana y por más de tres semanas.

No puso rango de edades en la definición pero este cólico del lactante suele comenzar cuando el bebé tiene entre 2 y 5 semanas de edad y mejora cuando el bebé tiene entre 3 y 4 meses de edad.  Aparición del cólico antes o después de este rango de edad o la persistencia del síntomas nos debe alertar a buscar enfermedades.  El cólico del lactante es en realidad un síntoma que debe ser bien valorado por el médico para decidir si le corresponde la calificación de “benigno” ósea pasajero y que no requiere intervención.  

Es muy frecuente entre los bebés de todo el mundo, afecta aproximadamente entre el 10% y el 40% de los bebés en todo el mundo y alcanza su punto máximo de presentación alrededor de las seis semanas de edad.

 Estudios realizados en familias afectadas muestran que afecta mucho la vida cotidiana, perjudica la lactancia materna (la lactancia materna requiere una adaptación madre-niño de los primeros días, los estresores -incluyendo el llanto del bebé- afectan su desempeño), los padres se sienten fracasados y solos. El bebé que llora excesivamente en la familia trae consigo una lucha que puede llevar al agotamiento físico y mental.

La lactancia materna para consolar a un bebé que llora ha sido calificado por los padres como un método de calma altamente efectivo.

La mejor forma de tener éxito con la lactancia materna es planificarla desde el embarazo e informarse sobre la técnica adecuada, pues suele ser una mala técnica (mal agarre del pezón, tiempo insuficiente o excesivo de las tomas) una de las causas más frecuentes del cólico infantil realmente benigno.