Definición de alergia alimentaria y diagnóstico diferencial
La alergia alimentaria es una inflamación que se presenta en niños atópicos y compromete varios sistemas a la vez: piel, tubo gastrointestinal (desde la boca al ano), sistema respiratorio y sistema nervioso central. La inflamación equivale a decir que el órgano o sistema no funcionará adecuadamente:
Es decir, el diagnóstico detrás de una enfermedad por reflujo, un cólico infantil, estreñimiento, pobre ganancia de peso, colitis (heces con moco y/o sangre), dolor abdominal, hiporexia o falta de apetito, diarrea crónica o recurrente, anemia, síntomas respiratorios de todo el año, migrañas u otros síntomas neurológicos crónicos o dermatitis atópica PUEDE SER ALERGIA ALIMENTARIA.
Por eso es sumamente importante la experiencia del médico para sospecharla, porque sólo con la sospecha se procede a retirar el (un solo alérgeno en caso se trate de proteína de leche de vaca) o los alérgenos. Las dietas bien llevadas y con el reemplazo apropiado de los alimentos que se retiran no tiene efecto adverso, pero una guía inapropiada puede llevar a retirar alimentos inofensivos y mantener alimentos que siguen causando inflamación, empeorando y desnutriendo al niño. Un niño con alergia alimentaria bien diagnosticado y manejado no tiene síntomas y crece y gana peso apropiadamente, incluso mejor que antes del diagnóstico de alergia alimentaria.
El diagnóstico diferencial de las alergias alimentarias es muy amplio, como toda la medicina interna de los niños. Los síntomas listados pueden ser causados por enfermedades infecciosas, neoplásicas, autoinmunes, genéticas, anatómicas. Una buena historia clínica y un examen físico minucioso aunado a la experiencia hace la diferencia en estos casos.