¿Cuándo se adquiere la “tolerancia” a la proteína de leche de vaca?

“Tolerancia” es una palabra en desuso en la terminología médica porque tiene un significado demasiado amplio.  Desde el punto de vista digestivo, “tolerar” implica que el alimento es recibido y asimilado correctamente sin ocasionar síntomas inmediatos o posteriores.  Los tiempos de evaluación y la minuciosidad de ésta son vitales para decidir si un alimento es tolerado o no.  Es una situación tan difícil que incluso centros especializados en el manejo de alergias alimentarias (estudio EuroPrevall) notaron diferencias entre médicos evaluadores, aun cuando se trataba de expertos.

Las definiciones de “tolerancia” intentan simplificar algo tan complejo. La ausencia de síntomas durante un tiempo de observación que puede ser de 3 horas a 3 días o dosis crecientes post exposición (el reto oral). 

A nivel de estudios poblacionales se sabe que la alergia a la proteína de leche de vaca (APLV) es menos frecuente en niños mayores de 5 años; pero no por eso deja de ser importante. Ciertamente, las tasas de adquisición de “tolerancia” varían según las publicaciones y la definición de tolerancia:

Por ejemplo, en Japón, usando la definición de “tolerancia” como la ausencia de reacciones adversas luego de ingerir 200ml de leche de vaca y continuar su ingesta regular en casa, encontraron que 80% de niños con antecedente de APLV toleraba a los 6 años. También detectaron niveles altos de IgE específica contra leche y caseína en el grupo que toleraba a más edad.

Luego de adquirir la “tolerancia” no debemos dejar de lado el antecedente de APLV con relación a los síntomas digestivos.  Algunas publicaciones no sólo mencionan persistencia de APLV hasta la adolescencia, sino que los aparentemente superan, viran síntomas de forma que no siempre es percibida y por otro lado, hasta la mitad de niños que “toleran” persisten con síntomas a la ingestión de proteína de leche de vaca, lo cual nos habla de subestimación de los síntomas.

La leche materna o sustitutos son necesarios hasta los 2 años. En APLV está demostrado que las fórmulas hipoalergénicas son necesarias para mantener un adecuado estado nutricional en este grupo etáreo.  Muy rara vez se recomienda su uso después de esta edad, por lo general sólo si están restringidos varios alimentos de la dieta o si el niño arrastra un estado nutricional deteriorado.

El tiempo de reingreso de la proteína de leche de vaca debe ser valorado por el especialista, y en el caso de reacciones adversas graves, por pruebas específicas que eviten el reto en condiciones desfavorables.